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martes, 6 de septiembre de 2011

SOFÍA (Inspirado en una historia real) cuento de Any Carmona*


“ARBEIT MACHT FREI”, rezaba una leyenda sobre el portón de entrada de Auschwitz o “el trabajo te hace libre” en alemán. Infausta declaración para el campo de prisioneros más atroz de la Segunda Guerra Mundial. El tren dejó su máquina debajo del cartel mientras su cargamento humano (miles de judíos franceses) esperaba para ser internado.
A los Dahan no les quedaban lágrimas. Esa tarde en París, en que oficiales de las SS irrumpieron en su casa de la Place des Vosges, no habían podido preparar valijas. Se los llevaron sin darles tiempo a nada.
Tomadas de la mano, Sofía y su madre, entraron en las barracas. Vieron que contaban solo con literas de madera para dormir, sin colchones, mantas ni almohadas. Todas las noches, las mujeres se acurrucaban para darse calor. Pronto comprendieron que debían intentar sobrevivir, evitar el camino hacia las cámaras de gas letal. Habían perdido todo rastro de Aaron, el padre.
Sofía fue asignada a la cocina. Su vida se centró en hacer de comer y servir a los soldados y oficiales nazis y a los prisioneros.
Una tarde vio que un hombre la miraba. Era joven y bastante apuesto a pesar del desgarbado atuendo de prisionero. La miraba fijamente y ella no pudo desviar sus ojos de los de él. Fue amor a primera vista. Solo se miraron largamente, no podían hablar. Todas las noches al servir el horrible caldo y entregar el trozo de pan, se encontraban para verse y acariciarse con sus miradas, en ese amor platónico que había surgido en medio de tanto horror. La esperanza de ver su rostro cada noche, la mantenía viva.
Con la certeza de que era una huérfana, Sofía supo que la trasladarían de inmediato. Apremiada por los tiempos, decidió sobornar a un soldado para que arreglara un encuentro.
Esa misma noche se vieron. Corrió por el campo unos veinticinco metros hasta juntarse con su amado. Se abrazaron y besaron por primera vez, tiernamente y casi sin hablarse.
- ¿Cómo te llamas?
- Sofía Dahan…¿y tú?
- Max Broder…Viviré para ti…Nos encontraremos…
- Sí…Te amo.
- ¿A dónde?
- En París, nos veremos en París.

Cuando Max y Sofía se casaron, luego de finalizada la guerra, lo primero que le preguntó ella fue cómo supo que lo amaba, a lo que él respondió:
- Porque dentro de mi plato siempre había doble ración de pan. Supe que me cuidabas.

ANY CARMONA
*Del libro Luz de soledad en "Mujeres al margen"

1 comentario:

  1. Any: Muy bueno, te felicito. Lo estoy compartiendo en mi muro de facebook para difundir tu trabajo. Besos...Catalina Zentner

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